La aragonesa Sierra de Guara es uno de los espacios naturales más interesantes del Prepirineo y se ha convertido en las últimas décadas en sinónimo de deportes de aventura, de descenso de cañones, de escalada, de senderismo y de observación de aves rapaces. Hace poco decidimos visitar este espacio natural para descubrir sus caminos y paisajes, e hicimos una reserva en la Hospedería de Guara, un hotel Rusticae muy agradable situado a los pies del pequeño pueblo de Bierge, en el sur del parque natural.

Hostería de Guara
Este alojamiento de gestión familiar, rodeado de campos, ofrece una buena vista del pueblo y de la sierra desde los ventanales y las terrazas de las habitaciones. En verano, la piscina y el jardín son dos puntos fuertes del hotel; en otoño e invierno apetece refugiarse en el salón de lectura, en los sofás dispuestos junto a la chimenea o en la cafetería. Las hermanas Viñuales os ayudarán a sentiros como en casa y os propondrán las actividades que más se adapten a vuestros gustos. Como dice Eva Viñuales: «Mis huéspedes no vienen hasta aquí para quedarse en el hotel, en la zona hay muchas actividades que hacer!».

Iglesia parroquial de Santiago en Bierge
Eva nos puso en contacto con Álex Castro, de la empresa Guías de Guara, un experto conocedor de la zona que nos recomendó un paseo familiar por las orillas del Mascún. Este guía titulado nos explicó que la sierra de Guara está surcada por numerosos ríos que han ido perforando cañones de gran belleza, algunos de fama internacional como el del Mascún. Desde el pueblo de Rodellar, a 18 kilómetros de nuestro hotel, salen varias rutas para descubrir estos paisajes y hasta allí condujimos con Álex para descubrir una de las rutas más interesantes y fáciles de esta zona. Salimos del barrio de la Honguera, siguiendo el sendero que baja hasta el fondo del barranco, mientras contemplábamos las primeras vistas de este paisaje imponente.

Barranco del Mascún
Una vez en el fondo del barranco, empezamos a remontar el curso del río, cruzando el agua por encima de las rocas y encontrando varios remansos de aguas cristalinas. En este tramo del cañón, hay un gran número de vías de escalada y una gran concentración de escaladores. Después de caminar unos dos kilómetros, llegamos a la Surgencia del Mascún, un manantial permanente de agua que proviene de las filtraciones de esta área montañosa de origen calcáreo. La Surgencia se encuentra a los pies de una alta pared rocosa, en medio de la cual destaca una singular cavidad llamada La Ventana, también conocida como El Delfín por su similitud con este animal.

Paraje de la presa de Guara
Después de caminar unas horas por la montaña, reconforta volver a una habitación amplia, cálida y bien decorada, en la tradición de los hoteles de campo. Los colchones y almohadas son extremadamente cómodas y el baño, moderno y con todos los detalles para relajarse. También se agradece dejar volar la vista desde la terraza. Antes de cenar, vale la pena dar una vuelta por el pequeño núcleo de Bierge o acercarse a la presa del mismo nombre, un paraje refrescante a sólo 2 kilómetros de la Hostería de Guara.

Habitación superior de la Hostería de Guara
Para cenar, no hay que ir lejos, ya que el hotel ofrece varias opciones: puedes comer unas tapas, ensaladas y bocadillos en su Bistró de Guara o puedes sentarte en el restaurante del hotel y saborear platos como el timbal de espinacas con queso de cabra, el pollo de corral con langostinos de Matilde, el conejo en salsa de almendras o los pies de cerdo con caracoles, todo regado con vinos del Somontano. Platos deliciosos que podemos compartir mientras recordamos las experiencias de la jornada.

Desayuno en la Hostería de Guara

Espacios comunes de la Hostería de Guara
¡Reserva en Hostería de Guara!
Texto: Òscar Marín
Fotos: Òscar Marín
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