Cardona, en pleno corazón de Cataluña, rezuma historia por todos los rincones. El castillo estratégico y
omnipresente, la iglesia gótica, la preciada sal en forma de montaña ubicada en las afueras… Pero antes de
descubrir todo esto, dejamos nuestras maletas en un alojamiento singular que esconde muchas pequeñas
historias: ocupa la antigua escuela y convento de las Carmelitas Vedrunas, en el centro de la población.

Paseo nocturno por Cardona
Tres antiguas alumnas, las hermanas Guals, decidieron rescatar el edificio de un futuro incierto y darle
una nueva vida. Lo rehabilitaron y convirtieron en un hotel con encanto que seduce desde que ponemos
los pies en su recepción, donde los mosaicos y los cristales grabados del siglo XIX conviven con un
ascensor o una barra de bar, servicios característicos de un hotel del siglo XXI. Pero a pesar de que la
remodelación ha incluido numerosas comodidades, aquí todavía se respira el ambiente original en muchos
detalles.

Salón de verano en el ático del hotel Bremon
En el Hotel Bremon nos sentimos como en casa, no sólo por la calidez de los colores elegidos y por sus
espacios acogedores, sino también por la amabilidad de su personal. Elisabet y Ramón atienden a los
huéspedes con trato afable y nos ofrecen información e ideas para que nuestra estancia en Cardona sea lo
más satisfactoria posible. Todo el mundo es bienvenido, desde parejas hasta familias con niños, ya que
dispone de habitaciones dobles, triples y cuádruples, todas con baño completo. En el cuarto piso,
disponen de una sala donde sirven las cenas en verano y hay una terraza magnífica para descansar y
observar una parte muy importante de la historia de Cardona: su castillo imponente.

Desayuno con embutidos y quesos a elegir
Por la mañana, después de disfrutar de un desayuno con embutidos y quesos de la zona, tradicional pan
con tomate, cereales, pasteles caseros y otras delicias, os recomendamos subir hasta el castillo, una de las
fortalezas catalanas más emblemáticas. Acceder al monumento es fácil, porque se encuentra cerca del
centro, sobre una colina desde donde se obtiene una vista privilegiada de la ciudad y de los alrededores
(en días claros se puede ver incluso el Tibidabo). Los más cómodos pueden subir en coche, los más
aventureros pueden hacerlo a pie en una subida de 20 minutos que nos llevará primero ante la iglesia
parroquial de Sant Miquel.

Habitación familiar del hotel Bremon
El castillo de Cardona se construyó en el año 886 y es una perfecta combinación de románico y gótico. El
recinto protege importantes construcciones, como la colegiata de Sant Vicenç (San Vicente), que este año
celebra el milenario de su fundación. La colegiata conserva la cripta del siglo XI bajo el altar. Tras
descubrir los claustros y patios del recinto, vale la pena subir también a la Torre de la Minyona, punto
culminante de la fortaleza, que nos permite disfrutar de unas vistas espléndidas de Cardona y la comarca
del Bages. Sin duda, uno de los lugares con más historia de Cataluña.

Cripta de la Colegiata de Sant Vicenç en el Castillo de Cardona

Iglesia de Sant Miquel
Òscar Marín
http://blogs.descobrir.cat/elplaerdeviatjar/