Teruel demuestra con creces que existe, con su importante patrimonio histórico, cultural y sus parajes naturales. Como ejemplo, la comarca del Matarraña o Matarranya, situada al noreste de la provincia turolense. En este enclave poco conocido de influencias aragonesas, catalanas y valencianas, localizamos un hotel Rusticae. Se trata del hotel Consolación, en el municipio de Monroyo, que nos recibe con sus casas cubo acristaladas, mimetizadas muy bien con el paisaje de pinos y carrascas, ofreciéndonos las mejores vistas de los Puertos de Beceite y de la comarca del Matarraña.
Alojarse en el hotel Consolación es dormir en medio de la naturaleza pero con la comodidad de unas instalaciones confortables. Las habitaciones en cubo, denominados kubes, son una delicia para los sentidos. La decoración es moderna, cuentan con bañeras excavadas en pizarra, chimeneas colgantes para el invierno y grandes ventanales que ofrecen los mejores amaneceres y permiten el disfrute del medio natural desde este precioso refugio.
En el interior de este hotel Rusticae tenemos a nuestra disposición espacios únicos, como una biblioteca, una sala polivalente con las tecnologías necesarias para reuniones de trabajo o de ocio, sala de descanso o un lobby-bar. En el exterior, nos sorprende una antigua ermita del siglo XVI, que contrasta con la moderna construcción del hotel, demostrando que tradición y vanguardia pueden ir de la mano. En el buen tiempo, apetece salir a las terrazas y jardines, donde se ubica la piscina, que es uno de los tesoros de Consolación. Excavada en la roca, cubierta de piedra caliza y en el filo del terreno del hotel, la piscina está ubicada en el mejor mirador para deleitarse con el paisaje natural de la comarca del Matarraña.
No nos olvidamos del restaurante, ubicado en el antiguo granero, que es una parte esencial del hotel Consolación, ya que se define como a delicious hotel & restaurant. Allí elaboran platos típicos de la comarca, reinterpretando la cocina tradicional, y siempre con productos de la tierra y de temporada. En la época de la trufa, no hay que perderse el sabroso menú de trufa, y saborear alguna de las botellas de su amplia gama de vinos. También es posible participar en uno de los talleres gastronómicos que organizan y conocer los mejores secretos de la cocina turolense y de los chefs del restaurante del hotel Consolación.
El turismo rural y el turismo cultural están garantizados cerca del hotel. Desde las localidades de Peñarroya de Tastavins y Fuentespalda se pueden realizar rutas de senderismo, como la de los Roques Masmut o la subida a La Picosa. En cuanto a las visitas culturales, qué mejor que conocer a fondo el conjunto histórico de Monroyo o visitar la cercana localidad amurallada Morella, en Castellón, donde nos espera su imponente castillo, que parece querer contar la historia de la Reconquista.
¿Os gustaría hacer una escapada a Teruel y alojaros en el hotel Consolación? Sólo tenéis que reservar y llegar a Monroyo. El qué ver y qué hacer os lo desgranamos en el Planazo Rusticae para este hotel con encanto.