Desde hace 15 años, Rusticae ha ido evolucionando hasta llegar al concepto «The GoodLife», apostando por la buena vida y teniendo como principal misión brindar experiencias únicas que satisfagan un estilo de vida inspirado en el arte de vivir.
Esta filosofía choca con lo que muchos han considerado la enfermedad del S. XXI: el Estrés, pero el tiempo nos ha ido dando la razón y cada día está más de moda el Movimiento Slow («despacio», en inglés). Esta tendencia nació en los años ochenta como reacción a un ritmo de vida trepidante y que trata de recuperar el placer de vivir sin prisas, disfrutando de la riqueza que supone la diversidad y de los pequeños placeres de la vida. El movimiento se ha trasladado al turismo con el llamado slow travel y la creación de slow cities. Y precisamente Rusticae también apuesta por ello, tal y como demuestra uno de los hoteles del club La Garriga de Castelladral, cuyo lema es Enjoy the Slow Life.
Otra clave de la filosofía slow es la defensa de la diversidad en las costumbres, la gastronomía, el folklore, la lengua… Rechaza por tanto la fast life, que también ha alcanzado al turismo. Los viajes programados, los paquetes ‘todo incluido’, los hoteles low cost que ofrecen un confort y unos servicios mínimos para que la persona sólo pernocte en ellos, son hábitos cada vez más frecuentes en los viajeros. El estrés sigue presente en nuestras vacaciones.
Para romper con esta modalidad de vida, surge el slow travel, cuyo objetivo no es visitar una ciudad o zona sino descubrirla, conocerla, disfrutarla, e integrarse en ella. Olvidemos las prisas, elijamos un destino compatible con los días previstos para viajar, improvisemos… En resumen, disfrutemos tanto del VIAJE como del DESTINO.
Esta masía del siglo XV es un ejemplo de evasión, tranquilidad y ruptura con el estrés. Mucho más que un alojamiento o un entorno natural. En él se recuperan los sabores, olores y sensaciones ya olvidadas: pasear por un bosque, el pastel de la abuela, desayunar tomates ecológicos del huerto, conversar con un pastor de ovejas, la miel de la Garriga, observar cómo se producía el vino antiguamente,…
¡Olvida el estrés y comienza a disfrutar de la filosofía Slow Travel!
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