Templos de saber, tradición y cultura. Muestra de arte y religión. Remansos de paz y fuente de inspiración. Las catedrales tienen un papel muy relevante e indudable en el turismo cultural y son un atractivo a sumar a la hora de decidir un destino.
Presentamos una selección de Hoteles Rusticae próximos a las principales catedrales españolas.
Gar-Anat y la Catedral de Granada
El Gar-Anat Hotel de Peregrinos es un auténtico espacio de encuentro en Granada capital que habita un palacete del XVII. Su nombre hace referencia al nombre primitivo de Granada, y su edificio de origen noble y carácter de corrala del Siglo de Oro, rinde tributo al mundo de la escena ambientando a modo de teatro espacios como el zaguán.
Balcón de Córdoba y la Catedral de Córdoba
A los pies de la Mezquita de Córdoba, en pleno casco histórico de Córdoba, cuna de las ciencias y las letras se encuentra el Hotel Balcón del Córdoba, una casa del siglo XVII con tres patios y torreón donde confluyen tradiciones clásica, islámica y castellana.
Altaïr Hotel y la Catedral de Santiago
En un lugar privilegiado donde los haya: a pocos metros de la Plaza del Obradoiro y en pleno centro de Santiago de Compostela. Aquí se encuentra el pequeño hotel Altaïr; una decoración basada en la filosofía estética japonesa «Wabi-Sabi» recreando un ambiente donde la tranquilidad y la armonía recorre todos sus rincones.
Santa Coloma del Camino y la Catedral de Burgos
El hotel Santa Coloma del Camino está en el tramo de la Ruta Jacobea del Camino de Santiago, a tan solo media hora de Burgos. Una hectárea de parcela arbolada envuelve el edificio y ofrece una piscina divina para cuando el verano castellano aprieta. En el interior, la luz domina espacios de decoración classique-nouveau, un punto ecléctica, que en planta baja son protagonistas del salón y su chimenea en mármol rosa.
Hotel Alcoba del Rey y la Catedral de Sevilla
Dormitorio de inspiración árabe en el hotel Boutique Alcoba del Rey (Sevilla)
El Hotel Alcoba del Rey de Sevilla se ubica en pleno centro de Sevilla Capital a la vera de la basílica que alberga a la universal virgen Santa María de la Esperanza Macarena. Su discreta pero elegante fachada no hace presagiar lo que nos espera en el interior: una explosión de colores, el tintineo del agua y aromas exuberantes de las culturas que moran a ambos lados del Estrecho.
