Ir de tapas y pinchos no es sólo una cuestión de estómago –que también-, sino un modo de socializarnos con amigos y conocidos, de tener buenas conversaciones y disfrutar de distintos rincones de una ciudad. Si a eso le sumamos las originales y sabrosas creaciones que podemos probar, el placer es máximo. Te revelamos las mejores ciudades para ir de tapas y pinchos.
Salamanca (Castilla y León)
Salamanca es ciudad monumental, de ambiente universitario y con fama de comerse muy bien. Hay muchos sitios para tapear. Mientras recorres el casco histórico puedes entrar en los bares de la Plaza Mayor y aledaños, como el mítico Cervantes, Café Real o Casa Vallejo. Saborea el buen jamón, la jeta, las patatas meneás, las croquetas o la chanfaina. Otra zona en auge es la calle Van Dyck, a 15 minutos del casco histórico. Aquí destacan las tostas y montaditos de El Minutejo. Alójate en el Hotel Rector y no te pierdas la gastronomía en pequeño de Salamanca.
San Sebastián (Guipúzcoa)
La sofisticación y elegancia de la ciudad de San Sebastián también se refleja en sus pinchos. Para muchos, de los mejores del País Vasco. Por lo tanto, uno de sus atractivos turísticos es ir de pinchos y conocer la gastronomía vasca en miniatura. En la parte vieja destaca el Borda-Berri, el Sport, el Néstor o Paco Bueno. Pero el ritual de los pinchos se ha extendido al centro o al barrio de Gros. Toma como base el Hotel Villa Soro y contágiate del estilo de vida de los donostiarras, probando exquisiteces como la el risotto de Idiazábal, la tartaleta de txangurro, la gamba con gabardina o el bocadillo de bonito y guindilla.
Granada (Andalucía)
En Granada, entre visita y visita, sus bares son una tentación inevitable. Y es que tienen fama de ofrecer tapas contundentes y gratuitas con la consumición. Si te tomas tres, puedes darte por almorzado y continuar recorriendo la ciudad. Entre las mejores zonas para tapear destacan la calle Navas, Plaza Bib-Rambla, calle Alhama, barrio La Chana o calle Elvira. Si ya has visitado La Alhambra y tienes el estómago lleno, descansa con la conciencia tranquila en uno de los hoteles con encanto que tenemos en Granada.
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Logroño (La Rioja)
En el casco histórico de Logroño, después de visitar la Concatedral de Santa María La Redonda, el Puente de Piedra, el Parque del Espolón, el Museo de La Rioja o la Calle Portales, hay que realizar la denominada Senda de los Elefantes. En otras palabras, degustar los sabores más genuinos de la región, siendo la calle Laurel la más famosa para ir de pinchos. Prueba el pincho moruno, el bacalao, la tosta de queso de Los Cameros o los cojonudos. Todo ello regado con un vino Rioja. Puedes ir a pasar un día a Logroño mientras te alojas en hoteles cercanos de La Rioja o la vecina Álava.
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Santiago de Compostela (Galicia)
La gastronomía de Galicia es una de las más alabadas de nuestro país, y una vez en Santiago de Compostela, hay que perderse por las callejuelas del casco histórico y probar las especialidades de cada taberna. Al ir de tapas podrás hacerte una idea de todos los platos tradicionales de la región. En las calles del Franco y Raíña se encuentran los locales más tradicionales, como O Gato Negro, A Taberna do Bispo o Trafalgar. Saborea la empanada gallega, el pulpo a feira, los mejillones o zorza con patatas. A la hora de descansar, elige un hotel con encanto de Santiago.
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Pamplona (Navarra)
Otra ciudad para disfrutar del arte de la tapa y el pincho es Pamplona. Si has elegido el Hotel Castillo de Gorraiz para tu escapada, acércate a la capital (a sólo 6 km) y confirma eso que decimos muchas veces: es que en el norte se come muy bien. En Pamplona también es típico antes de comer ir por los bares del casco antiguo probando diferentes pintxos y tapas mientras se hace vida social. Callejea por Estafeta, Espoz y Mina, San Nicolás… y disfruta con las tortillas, pimientos rellenos, croquetas, ibéricos, chistorras, anchoas o quesos, entre otras delicias navarras.
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