Un pícnic es, según la RAE, una «excursión que se hace para comer o merendar sentados en el campo» y, en su segunda acepción, una «comida campestre». Pero no hace falta ir al campo para disfrutar de una buena merienda en la hierba. Estamos en pleno julio y no se nos ocurre mejor plan para estos días de verano que sacar el mantel y la cesta, preparar un pequeño banquete a base de comida ligera y la omnipresente sandía, juntarnos con familiares o amigos y bajar al parque a gozar de un pícnic urbano. La sana costumbre del pícnic comenzó en el siglo XIX en Francia (de donde proviene la palabra, pique-nique) y Gran Bretaña, de la mano de la aristocracia. Posteriormente, el resto de clases sociales se unieron a esta moda que ha perdurado en muchos países europeos hasta ahora y que cada vez pisa más fuerte en España. Hoy en el blog de Rusticae te proponemos unos deliciosos parques y jardines donde desconectar de la rutina con un encantador pícnic.
Sevilla
No por ser el más conocido, el Parque de María Luisa es en absoluto una mala opción para una tarde de pícnic en Sevilla. Más de 340 000 metros cuadrados donde plantar el mantel y la cesta rodeados por palmeras, naranjos, eucaliptos y fresnos que proporcionan las ansiadas zonas de sombra y preciosas aves como pavos reales, cisnes o patos. El rumor de las fuentes y el arte que rezuman los lugareños hacen el resto. Además, dentro del parque se encuentra uno de los rincones más bonitos del mundo, la Plaza España, el edificio más grande de la arquitectura regionalista andaluza, construido como edificio principal de la Expo de 1929.

Parque de María Luisa en Sevilla

Plaza España en Sevilla
Para alojarte en la capital hispalense, te recomendamos el Hotel Alcoba del Rey de Sevilla, a metros de la basílica de la Macarena. Su arquitectura está basada en la recuperación de los materiales artesanales que se utilizaban en la Sevilla andalusí y gira en torno al patio mudéjar central.
Granada
Hay pocos lugares con tanto encanto en el mundo como el monumento más visitado de España, la Alhambra. No está permitido comer en las zonas de pago, pero sí en las libres, entre las que recomendamos los jardines ubicados frente al palacio de Carlos V. Un encantador rincón en el que admirar las preciosas vistas del Albayzín.

La Alhambra en Granada
Para descansar en Granada, te proponemos el Gar-Anat Hotel Boutique, un hotel con encanto poblado de historias reales o imaginarias de los huéspedes que han pasado por sus habitaciones. Lorca, Manuel de Falla o Amin Maalouf han dejado su impronta en este alojamiento que tiene unas preciosas vistas al Realejo y a las torres de la Alhambra.
Santiago de Compostela
Bonaval es el parque favorito de muchos compostelanos y no es algo de extrañar, ya que es un lugar perfecto para hacer un pícnic con sus maravillosas vistas de la capital gallega. Localizado en el barrio de San Pedro, fue un antiguo jardín de monasterio cuya renovación fue dirigida por Álvaro Siza, uno de los más reconocidos arquitectos portugueses, y la gallega Isabel Aguirre. Antes de sentarse en la hierba, recomendamos entrar en el Museo do Pobo Galego, alojado en lo que era un convento medieval y en el que maravillarse ante su triple escalera helicoidal y en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, diseñado por el propio Siza. En definitiva, casi 37 000 metros cuadrados de zonas verdes con amplias zonas de sombra y donde el agua brota en cada rincón, ya sea en forma de fuente, canal o aljibe.

Parque de San Domingos de Bonaval. Foto: panoramio.com
A menos de diez minutos del Bonaval, en pleno casco histórico de Santiago, se encuentra el Hotel Moure, una propuesta única que huye del concepto clásico para proyectar una arquitectura de interiores vanguardista y sofisticada.
Toledo
Toledo es una de las ciudades con más encanto de la Península y los senderos que se encuentran en las orillas de la ribera del río Tajo, un sitio ideal para hacer un pícnic mientras se admiran unas preciosas vistas de la capital manchega.

El río Tajo en Toledo
Para descansar en Toledo, te recomendamos el Hotel Abad, que cuenta con unas impresionantes vistas de la Vega Baja del río Tajo y está rodeado de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
San Sebastián
San Sebastián celebra este año su capitalidad europea de la cultura, pero se puede hacer un alto en el camino para disfrutar de un pícnic en uno de sus elegantes parques. Te sugerimos el parque de Miramar, donde degustar los productos de la cesta mientras se disfruta de las privilegiadas vistas sobre la Bahía de la Concha. Los jardines de Miramar descienden hacia el mar Cantábrico, entre senderos de gravilla y parcelas floridas que terminan en la separación de las hermosas playas de La Concha y Ondarreta.

Miramar en San Sebastián. Foto: sobreespana.com/
En la capital guipuzcoana se encuentra el Hotel Villa Soro, que combina la comodidad de un hotel de cinco estrellas con un ambiente acogedor y familiar. Situado muy cerca de la playa de la Zurriola y del Kursaal, consta de dos edificios; el más antiguo de ellos construido en 1898 y declarado Patrimonio Histórico de San Sebastián.
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