De puerto en puerto. Así hemos ido conociendo todos los hoteles con encanto de Rusticae que ven cómo marineros del asfalto y navegantes del hoy día llegan hasta sus puertas desde el mar o el océano.
Y como siempre cuando se acerca el final de un camino, nos dirigimos a empezar esta última etapa, no sin cierta melancolía propia del desenlace de cualquier historia, observando impertérritos cómo desaparece el sol en el horizonte y la magia de la noche nos seduce de nuevo. Pero antes de que esto ocurra, aún nos queda disfrutar de nuestro último recorrido por el Mediterráneo insular, esto es, las Islas Baleares.
Comenzando por Mallorca, su “isla mayor” -traduciendo directamente del latín-, nos encontramos con el hotel Son Corb. Este hotel del campo mallorquín cercano a Manacor se encuentra en una antigua possessió, las grandes casas solariegas del campo mallorquín. Sus 300.000 metros cuadrados de terreno propio son ideales para dar buenos paseos entre sus campos de cultivo. El edificio ha sido rehabilitado respetando los elementos originales y sus materiales. Desde el hotel Son Corb se disfruta de unas vistas maravillosas al mar y a la montaña, Mediterráneo y Tramuntana, al tiempo que se encuentra a un paso de varias calas de postal, como Cala Millor.
Un poco más al norte sin salirnos de Mallorca y sobre un impresionante acantilado, rodeado de naturaleza y tranquilidad, llegamos hasta el hotel Can Simoneta. Este hotel con encanto cuenta con dos edificios restaurados de más de 140 años. Desde el hotel se puede acceder directamente al mar a través de una escalera de caracol excavada en la roca y también un camino con rincones muy acogedores y hamacas rodeando el acantilado. En los meses menos cálidos las chimeneas caldean el restaurante y el salón de invierno, mientras que en verano se puede disfrutar de espléndidas terrazas y de un gran jardín mediterráneo. El hotel está pensado para disfrutar de su entorno, abriéndose al mar, lo que permite observar maravillosos amaneceres desde sus habitaciones. La decoración es sencilla, con espacios no recargados y materiales de calidad. Todo con el lujo, el estilo, el diseño y el encanto de un auténtico hotel con encanto de Rusticae.
Visitando ahora la vecina isla de Menorca, la “isla menor”, nos encontramos con un hotel localizado en un edificio georgiano, construido en 1756 como vivienda de un militar escocés, ubicado cerca del puerto natural de Mahón y a sus fortificaciones defensivas. Es el hotel Son Granot. Su jardín, con gran presencia de plantas autóctonas, y la piscina que se une al hotel con un recorrido marcado e iluminado son lugares perfectos para contemplar su hermoso entorno con vistas al mar de Es Castell, distante apenas 500 metros. Estos exteriores tan amplios contrastan con los interiores más acogedores, con habitaciones decoradas en estilo colonial que llevan nombres de los vientos de Baleares, con el estilo y la elegancia propia de un hotel con encanto. Disfrutar del desayuno en la terraza, nos permitirá contemplar el fabuloso espectáculo de ver los primeros rayos de sol del amanecer reflejados en la Fortaleza de la Mola, el primer sol de España.
Y como último puerto en las Baleares, visitamos Ibiza. Allí, cerca de Cala Comte y Cala Bassa, han convertido con acierto y buen gusto un edifico típico de Ibiza de los años 70 en un pequeño hotel rural exclusivo, cosmopolita y mediterráneo. En un enclave paisajístico privilegiado, el hotel Ses Pitreras nace con la ilusión de quien emprende un proyecto de casa rural con el corazón atraído por la magia de Ibiza. Diseño moderno en serena armonía con el paisaje, integrando los elementos originarios con el fin de conservar el espíritu genuino ibicenco. Se trata de un hotel contemporáneo, abierto y vital. La piscina, rodeada por un cálido suelo de madera y mobiliario de diseño, y el jardín autóctono de palmeras, buganvillas, yucas y, cómo no, pitreras, nos conectan con el exterior generando un espacio continuo, versátil y amable que invita a disfrutar del entorno de este hotel con encanto en una isla mágica como es Eivissa.
Y hasta aquí nuestro puerto en puerto. Desde que comenzásemos nuestro recorrido en País Vasco y Cantabria, pasando por Asturias, el Atlántico, Andalucía, el Mediterráneo y finalmente Baleares, hemos intentado dar buena cuenta de todos y cada uno de nuestros hoteles con encanto que guardan en su interior la esencia única e inconfundible del mar, la arena, los acantilados y las puestas de sol que nos dicen que nuestro recorrido ha llegado a su fin.
Tras esto sólo nos queda repasar las notas de nuestro cuaderno de bitácora recogidas durante este viaje que nos ha llevado durante todo el verano de puerto en puerto.
Hasta que nos volvamos a encontrar, ¡buen viaje!
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