“Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, seis de junio, siete de julio San Fermín”. Se acerca la fecha en que todas las miradas están puestas en la ciudad de Pamplona, que celebra sus fiestas mayores en honor al patrón de Navarra. Del Chupinazo al “Pobre de mí” transcurren nueve días de jolgorio y diversión que tienen como protagonista los encierros taurinos.
El 6 de julio a las doce del mediodía los pamploneses se reúnen en la Plaza del Ayuntamiento para dar comienzo a las fiestas de San Fermín. Tras el Chupinazo es el momento de ponerse el pañuelo rojo al cuello y disfrutar de las primeras actividades y tradiciones, como el tarareo del Riau Riau.
Lo más esperado de las fiestas son los encierros, que se celebran del 7 al 13 de julio. A las ocho de la mañana, después de encomendarse a la imagen de San Fermín, los corredores inician el arriesgado trayecto delante de los toros desde los corrales de Santo Domingo hasta la Plaza de Toros.
Veteranos y aficionados corren delante de la manada poniendo a prueba su destreza, en un recorrido que incluye la plaza del ayuntamiento, la calle Mercaderes o la emblemática calle Estafeta. El público, mientras tanto, sigue el encierro tras las vallas o desde los balcones de las casas.
Más allá de los encierros, los Sanfermines presentan un programa muy amplio, donde tienen cabida los Gigantes y Cabezudos, la música tradicional, las corridas de toros, las verbenas, la animación infantil, los desfiles o los fuegos artificiales.
Visitar Pamplona durante estas fiestas es también una buena excusa para probar platos típicos de la gastronomía navarra, ya sea en un restaurante o ruta de pinchos. Destacan las pochas, estofado de toro, huevos fritos con chistorra, espárragos, pimientos rellenos, ajoarriero, magras con tomate o cordero al chilindrón.
Después de cada jornada festiva hay que descansar y reponer las energías para el día siguiente. Encuentra tu hotel perfecto en Navarra y… ¡Disfruta de los Sanfermines!